Una de las grandes apuestas que tiene el municipio de San Martín de los Andes, en Neuquén, es saber con precisión cuáles son las necesidades habitacionales de los y las pobladoras de su ciudad, y para ello trabajan junto al Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE) en la aplicación de registro de demanda habitacional local.
Esta metodología, que fue creada por el área Gestión Integral del Hábitat de CEVE y permite generar una base de datos para registrar demandas habitacionales locales, es utilizada desde 2022 y ha mostrado importantes resultados.
“El sistema nos sirve para registrar de manera eficiente y actualizada la demanda habitacional. Hasta este momento la información se venía relevando pero sin tantos atributos como los que proporciona la herramienta de CEVE”, explica Carolina Amaya, directora del Instituto Municipal de Vivienda y Hábitat del municipio de San Martín de los Andes.
Este Instituto es, justamente, la entidad encargada de motorizar la aplicación del registro cada vez que las familias se acercan al municipio para solicitar apoyo con su situación habitacional. El objetivo de tener un relevamiento de información claro y ordenado apunta a que las personas puedan acceder a programas sociales que tienen disponibles para estos temas.
Con este recurso, los gobiernos locales construyen una base de información con datos como composición del grupo familiar, características de la vivienda, demanda de mejoras en el hogar, capacidades constructivas, posibilidades de ahorros, entre otros aspectos relevantes para caracterizar de manera detallada a la población y su situación habitacional.
“Consideramos que es importante que los municipios puedan generar diagnósticos certeros de las situaciones socio-habitacionales para impulsar programas sociales que respondan a necesidades reales. Con esta idea es que empezamos a trabajar en una metodología para registrar demandas”, explica Veronica Greppi, profesional de CONICET en el CEVE.
Antes y después
El registro de demanda que propone CEVE es solicitado, en 2022, por la municipalidad de San Martín de los Andes para mejorar el modo en que las necesidades habitaciones eran registradas por el municipio.
“Un aspecto es que nos permite visualizar y analizar la diversidad de la demanda del problema de la vivienda. Podemos distinguir entre trabajadores formales, el nivel de los ingresos de las personas que alquilan, la cantidad de adultos mayores y personas con discapacidad. Esto nos posibilita configurar y dar respuesta a la demanda a los distintos sectores que convocan esta política pública”, destaca Amaya.
Además, una de la característica que destaca es la simpleza y agilidad con la que los y las trabajadoras de la municipalidad pueden cargar los datos requeridos. Desde la implementación del nuevo registro, San Martín de los Andes ha relevado casi 3.000 hogares, los cuales han formado parte de los sorteos destinados a los programas habitacionales que llevan adelante.
“Hemos generado una pre-adjudicación de 200 lotes con nueve universos para distintos sectores de la demanda. Es muy interesante ver como el uso de este registro nos posibilitó abrir este abanico de diversidad”, dice Amaya.
Para esta aplicación la herramienta fue ajustada con el fin de obtener una ponderación de casos que facilitó la asignación de lotes. Es decir, se añadieron valores al registro de demandas y así se obtuvo un listado con las familias que serían beneficiadas en este programa.
Detrás del registro
La metodología fue desarrollada a partir de un diagnóstico que relevó el modo en que los municipios registraban la demanda habitacional local. Este estudio, que contó con apoyo de la Secretaría de Asuntos Municipales de la Nación, incluyó la realización de una encuesta en más de 50 municipios de todo el país.
En otra etapa de investigación, el equipo de GIH hizo una exhaustiva revisión de los diferentes Registros de Inscripción Permanente de la Provincia (RUIP), la herramienta que utilizan los gobiernos provinciales para relevar la demanda habitacional.
Ese análisis, que comparó los RUIP de distintas regiones de Argentina, mostró la diversidad en las variables que formaban parte de los registros. Vieron, por ejemplo, que mientras había registros donde se indagaba a profundidad las necesidades habitacionales, otros relevaban solamente algunos aspectos de datos personales y de composición familiar.
“Fue llamativo ver que una herramienta que responde a un mismo fin se presenta de manera tan distinta dependiendo de quién y dónde se aplica el cuestionario”, dice Greppi que participó del estudio.
A partir de estos trabajos, investigadoras y profesionales de GIH asesoran y capacitan a municipios en la implementación de metodologías de registro de demanda. Hasta el momento alrededor de 10 ciudades de todo el país han aplicado la herramienta.
“Es una herramienta que busca relevar variables sencillas de interpretar y permite conformar una base de información para que los municipios puedan diseñar políticas y tomar decisiones”, comenta Greppi.
Pero cada municipio tiene sus particularidades, por eso el sistema está diseñado para adecuarse a las distintas realidades y tener en cuenta la existencia de múltiples aspectos sociales, demográficos y económicos de su población y las características físicas de cada lugar.
“Desde GIH asesoramos a los gobiernos locales y como área de gestión entendemos que es importante que los municipios entiendan la problemática de una manera integral teniendo en cuenta que ellos son la primera puerta a la que recurre la población de una localidad”, dice la profesional del CEVE.
La información relevada permite a los municipios diseñar diferentes líneas de acción prioritarias. “Tenemos experiencia de haber trabajado con municipios cuya población cuenta con capacidades constructivas. En esos casos, por ejemplo, se generaron programas de autoconstrucción, en los que el Estado provee los materiales a las familias y ellas construyen las obras”, cuenta la profesional del CEVE.
Foto: cortesía de la Municipalidad de San Martín de los Andes.
Colaboración: Valentina Magnaterra- Programa de Prácticas Preprofesionales, Facultad de Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba.