
Comprender a la vivienda como un espacio en el que cada familia tenga la posibilidad de crecer y desarrollarse sustentablemente implica pensar en lógicas de construcción y hábitat que se adapten a sus posibilidades y, además, respeten las particularidades del territorio. Desde esta perspectiva, la arquitectura con tierra representa una alternativa valiosa, y su uso responsable exige el desarrollo de normativas que la regulen.
En el país aún no existe una reglamentación nacional que avale este tipo de arquitectura. Cada municipio o comuna es autónomo en la toma de decisiones, y, pese al creciente interés por este método constructivo, no hay una normativa marco que permita verificar y comprobar la calidad del proyecto, la construcción y el mantenimiento de las viviendas que usan tierra para su edificación.
Para revertir esta situación, una investigadora del Centro Experimental de la Vivienda (CEVE, AVE-CONICET) trabajó junto a profesionales que integran la Red Protierra Argentina en la creación de un proyecto de ordenanza para reglamentar la construcción con tierra.
La propuesta apunta a fortalecer los marcos legales locales para estandarizar pautas técnicas que garanticen la seguridad de las obras y contribuyan a evitar malas prácticas constructivas, promoviendo la igualdad en el acceso a servicios básicos de las viviendas, respaldando a quien construye y a quien habita.
El proyecto de ordenanza y el acompañamiento en su implementación, sirve como guía para aquellos gobiernos locales que quieran avanzar en la regulación de este tipo de construcciones.
La investigadora del área de Estudios Socio-territoriales del Hábitat del CEVE, María Rosa Mandrini, forma parte de la ‘Comisión Normativa’ de la Red Protierra y es una de las autoras de este proyecto que propone una redacción típica, para que los organismos responsables, municipios o comunas que constituyen la autoridad de aplicación de normas edilicias, autoricen la arquitectura y construcción con tierra y sus tecnologías.
El equipo de Mandrini acompaña a gobiernos locales, profesionales de la arquitectura y familias en el proceso de implementación de los pasos descritos en el proyecto de ordenanza. ”La capacitación se organiza en entrevistas, reuniones, selección y estudio de antecedentes temáticos, talleres, y transmisión de material técnico-jurídico sobre construcción con tierra.“ cuenta la arquitecta.
El asesoramiento se adapta a las necesidades y características de cada territorio mediante servicios tecnológicos de Alto Nivel (STAN), regulados por CONICET, bajo el nombre “Capacitación sobre normativas de arquitectura y construcción con tierra” y “Asesoramiento para la toma de decisiones en arquitectura y construcción con tierra”.
Municipios que implementaron la ordenanza
A partir de la publicación del proyecto de ordenanza y de la documentación técnica, en julio del 2021, y gracias al asesoramiento de especialistas en el tema, se han aprobado ordenanzas en varias localidades del país.
Uno de los casos recientes fue el de Merlo, provincia de San Luis, en la que existía una ordenanza vigente que carecía de anexo técnico. Mediante un trabajo interdisciplinario conformado por la investigadora del área de Justicia Territorial del CEVE, Florencia Pasquale, la ingeniera civil Gabriela Culasso y la investigadora del área de Estudios Socioterritoriales del Hábitat, María Rosa Mandrini, asesoraron al municipio en la redacción de la documentación técnica.
“Otra experiencia fue en la comuna de la Serranita, en Córdoba, donde se aprobó la ordenanza a partir de diversos talleres y acompañamiento que brindamos para la construcción de la biblioteca comunal” agregó Mandrini.
Además de éstas, son muchas las localidades que, acompañadas por integrantes de la Red Protierra Argentina, han aprobado o iniciado procesos para avanzar en la sanción de este tipo de normativas. Algunas de ellas son: La Plata, Escobar, Punta Indio, Exaltación de la Cruz y Azul, en la provincia de Buenos. Aires; Gualeguaychú, Rosario del Tala y Villa Elisa, en Entre Ríos; Santa Rosa y General Pico, en La Pampa; Plottier, en Neuquén; y en la ciudad de Santa Fe.
Actualmente, el equipo está asesorando a profesionales de la construcción para implementar la ordenanza en la comuna de Amancay, en Córdoba, que, hasta el momento, adhiere al código de edificación de Villa Rumipal, en donde está prohibida la construcción con tierra.
¿Qué dice el proyecto de ordenanza?
El Proyecto de ordenanza de arquitectura y construcción con tierra incluye información sobre los beneficios de utilizar tierra en la construcción que pueden sintetizarse en cinco puntos principales que describen al material: es amigable con el ambiente. no es perjudicial para la salud, tiene cualidades técnico-térmicas que dan como resultado espacios confortables, y, finalmente, su tratamiento implica menos costos y energía que el de cualquier otro material industrializado.
Además, junto al proyecto se adjunta un anexo técnico que establece los requisitos básicos a cumplir en cualquier proyecto de ejecución, reparación y refuerzo de edificaciones y sus partes, sean nuevas o existentes, en las que se utiliza la tierra como material de construcción.
Si una familia quiere construir su vivienda con tecnologías de construcción con tierra, necesita tener la aprobación municipal del plano de arquitectura para obtener el acceso al agua y a la electricidad. Este trámite garantiza que esos servicios básicos sean otorgados. Lo mismo ocurre si una familia necesita solicitar un crédito hipotecario para construir su vivienda, o si desea alquilar o vender su inmueble por vía legal.
La importancia de la normativa integrada (con sus partes jurídica y técnica) radica en que permite garantizar el derecho a acceder a determinados servicios, como agua y electricidad, a programas de créditos hipotecarios, así como obtener el final de obra de un inmueble y/o los permisos de construcción.
Perspectivas a futuro
Si bien la construcción con tierra no es algo nuevo, el surgimiento de tecnologías y la desinformación en torno a su empleo hicieron que perdiera vigencia. Actualmente, las necesidades habitacionales y las problemáticas ambientales exigen revisar estos métodos alternativos y sustentables de construcción, y por ello es fundamental promover la aprobación de normativas que organicen su uso y utilizar la investigación para potenciar el desarrollo de las mismas.
“La idea es sumar voluntades políticas mediante la aprobación de ordenanzas en diversos municipios, que se muestre un interés en diversos puntos del país, para luego presentar un documento a nivel nacional, que unifique criterios en los puntos técnicos posibles, pero también proponga particularidades para zonas bioclimáticas y sísmicas que son tan diversas en nuestro país”, señaló la académica.
Este documento, que pretende llegar a tener validez nacional, se comenzó a diseñar en 2021, dentro de la Comisión Normativa de la Red ProTierra, y aún está en proceso de redacción.
El mismo permitirá acabar con los vacíos legales o situaciones en las que, en determinados municipios, no se aprueban normativas por desconocimiento de la tecnología y otros en los que se toman códigos de edificación antiguos en los que quedaba prohibida.
Por Cecilia Moschner
Práctica supervisada, Facultad de Comunicación Social, Universidad Nacional de Córdoba (UNC)