
Cuando en 2004 la Universidad Católica de Córdoba decidió actualizar el plan de estudios de la carrera de arquitectura incluyó la formación universitaria en temas hábitat popular como materia cuatrimestral y obligatoria. Así surgió la cátedra Problemática Socio Habitacional y de la mano, el Servicio Socio-Habitacional (SSH) que hoy cumple veinte años.
“Este proyecto tiene un doble objetivo: por un lado formar profesionales con un perfil capaz de atender situaciones complejas y situaciones vinculadas a la pobreza, y por otro lado ofrecer ese acompañamiento, a las comunidades y a las familias de asentamiento populares”, menciona Daniela Gargantini, responsable del SSH investigadora de CEVE, CONICET-AVE.
El SSH trabaja a partir de la metodología de aprendizaje y servicio. Es decir, alterna experiencias vivenciales, talleres, clases y visitas al territorio a través de prácticas pre-profesionales de estudiantes.
En el camino, tanto la Asociación de Vivienda Económica (AVE) como el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE) han acompañado el fortalecimiento del proyecto. Diferentes desarrollos y tecnologías producidas en CEVE fueron aplicadas en algunos de los proyectos impulsados por el SSH. Tal es el caso de la utilización de ecocabriadas en viviendas localizadas en camino a San Carlos, y la construcción en el barrio El Milagro, mediante la fabricación y montaje con placas BENO.
“A nosotros el Servicio Socio-habitacional también nos ha permitido seguir desarrollando tecnologías para que puedan ser apropiadas”, señala Federico Strzelecki, profesional del área Sistemas y componentes constructivos de CEVE.
El ingeniero, que lleva más de 10 años interactuando con diferentes acciones del SSH, rescata el valor que tiene la labor territorial para entender las necesidades y así llevar tecnologías pensadas para dar respuesta a esa realidad.
“Esta forma de trabajo es la que define a CEVE desde sus inicios. Es un modo de hacer ciencia y desarrollar tecnologías donde la escucha siempre debe estar activa”, comenta.
Formación académica, aprendizaje humano
En estos veinte años del Servicio Socio-Habitacional, estudiantes, profesionales, personal técnico e investigadores del CEVE han integrado el proyecto y contribuido a la formación de recursos humanos sensibles con la temática de hábitat popular.
“En la instancia formativa hay un descubrimiento de una realidad, otra mirada ante esa perspectiva asistencial, de una solidaridad mal entendida y tamizada por muchos prejuicios. Las estudiantes comienzan a entender que en los barrios populares hay un montón de heroísmos cotidianos, hay una construcción de ciudades forjadas que si tuvieran el acompañamiento político y también profesional de calidad la realidad sería diferentes”, dice Gargantini.
Sobre esto, Ludmila Garbellotto, profesora adjunta de la cátedra Problemática socio-habitacional de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UCC y co-responsable del SSH, reconoce que durante su etapa de estudiante la experiencia del Servicio fue una marca tanto en el camino profesional como personal.
“Es un tipo de formación integral, que aspira a poder visibilizar las desigualdades urbanas y habitacionales de nuestras ciudades y hacernos ver las oportunidades desde nuestra profesión para trabajar sobre estas problemáticas”, señala.
Para ella una de las mayores fortalezas está en el tipo de formación que une la razón con el corazón. “No se puede trabajar en estos contextos sin un corazón que empatice ante la necesidad del otro. La gran fortaleza es aspirar a formar grandes profesionales de ciencia y conciencia”, dice.
Banco de Materiales de Córdoba
El Banco de Materiales de Córdoba es uno de los grandes proyectos que tuvo su origen en el SSH junto a la cátedra Problemática Socio-Habitacional de la Facultad de Arquitectura, Cáritas Córdoba, AVE y la constructora Séptimus. Al poco tiempo de iniciado su camino, se sumó el CEVE, que aportó el apoyo técnico y facilitó sus tecnologías para la construcción de soluciones habitacionales.
En sus orígenes funcionaba a partir de donaciones de materiales en desuso de particulares y empresas, que se recuperaban y acondicionaban para su comercialización a un costo social.
Actualmente el programa es una línea de trabajo en AVE, y busca mejorar la calidad de vida y dar respuestas a las demandas y necesidades habitacionales de hogares de sectores populares, a través de la producción y reutilización de materiales de construcción.
Además de los materiales recibidos de donaciones, se producen otros componentes constructivos que se comercializan a bajo costo y son destinados a obras de proyectos comunitarios y al mejoramiento habitacional de familias que forman parte de las acciones del Banco de Materiales.