Crespo es una localidad de más de 24.000 habitantes, ubicada en el departamento Paraná, de la provincia de Entre Ríos. Allí, el Municipio construye un conjunto de cuatro viviendas destinadas a personas mayores, con ladrillos en base a PET desarrollados por el CEVE, CONICET-AVE.
Los ladrillos provienen de la propia fábrica que la Municipalidad tiene instalada en su Parque Ambiental, y que puso en marcha con el apoyo del equipo de Nuevos Materiales del Centro Experimental de la Vivienda Económica.
La construcción de las viviendas inició a finales de 2022, se localiza en un predio del barrio Guadalupe de dicha localidad. Para su edificación se utilizaron unos 22 mil ladrillos de PET, es decir, que el proyecto demandó el reciclado de unas 660 mil botellas aproximadamente.
Las viviendas buscan dar una respuesta a un problema habitacional de la población y están pensadas para adultos mayores y/o personas con movilidad reducida.
Viviendas adaptadas
Al momento de diseñar los departamentos se tomó en cuenta la accesibilidad, un criterio importante, ya que los habitarán personas con movilidad reducida. Cada unidad cuenta con una habitación, cocina-comedor-estar, baño, lavadero y patio, distribuidos en superficies que van desde los 44 a los 58 metros cuadrados.
Para descartar la existencia de barreras físicas, las unidades poseen las dimensiones y equipamiento acorde a este requerimiento. La accesibilidad fue tenida en cuenta también desde el diseño de las unidades habitacionales, que no presentan desniveles interiores, y tienen rampas en los ingresos.
Las arquitectas involucradas en el proyecto, Betina Hoffer, secretaria de Infraestructura y Ambiente, y Pamela Ruch, administrativa en la Subdirección de Planeamiento y Obras Privadas, cuentan que los baños también son adaptados. “Son de grandes dimensiones, con ancho de puertas acordes y con artefactos y accesorios para que puedan ser usados por personas con movilidad reducida”, detallan.
La obra se encuentra en la etapa final, con un avance cercano al 90%. “Se prevé que podrán estar listas para ser habitadas en el mes de septiembre aproximadamente”, comentan las arquitectas.
Por el momento no está proyectada la construcción de más viviendas a corto plazo. No obstante, desde el Municipio aseguran que existe la idea de usar ladrillos PET para realizar mejoras en dependencias municipales.
Revalorización de los residuos
Crespo es una ciudad que tiene años de trayectoria en materia de políticas ambientales. Desde mediados de los noventa se iniciaron acciones favorables al ambiente y una gestión que busca que la basura se convierta en un recurso revalorizado.
En 1996 se comenzó a trabajar con la diferenciación de residuos. Desde el ámbito escolar y junto a grupos ecologistas, se generaron campañas de concientización para que la comunidad separe los residuos en los domicilios. Un año después el Municipio creó la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos.
Hacia 2016 la gestión integral de residuos tomó un nuevo impulso y, en 2020, la planta de tratamiento se transformó en un parque ambiental. Ahí se realizan distintos procesos de tratamiento como forestación autóctona, bioconstrucción, composteras, procesos de reciclados, entre otros.
El parque ambiental estaba en marcha y la comunidad comprometida en la separación de residuos. Es en este contexto que Crespo se plantea nuevos desafíos y proyectos por lo que comienza a trabajar con el equipo del CEVE, CONICET-AVE.
El vínculo entre Crespo y el CEVE
El grupo de investigación de Nuevos Materiales del CEVE desarrolla componentes constructivos a partir del reciclado de residuos. Rosana Gaggino, directora del centro, e inventora de los ladrillos en base a PET reciclado, explica que la tecnología presenta múltiples impactos positivos.
“Por un lado, colabora en reducir la contaminación del ambiente, a partir de la aplicación de un residuo muy abundante y que no se estaba reciclando en el momento en que se desarrolló esta tecnología”, dice la investigadora.
Además cuenta que desde el aspecto técnico se logró un producto más liviano y con mejores cualidades de aislación térmica en comparación de un ladrillo común.
“También tiene una finalidad social, porque es una tecnología sencilla, fácilmente reproducible por personas con pocos o nulos conocimientos en la fabricación, que con una capacitación muy simple pueden comenzar a producir estos ladrillos”, agrega Gaggino.
Sobre la construcción de las viviendas en Crespo, la investigadora resalta otra premisa sobre la que se desarrolló esta tecnología: que sirva para construir soluciones habitacionales para personas a las que se les dificulta acceder a una vivienda.
A mediados de 2017, su equipo recibió a representantes de la Municipalidad de Crespo y los capacitó en la producción de ladrillos en base a PET reciclado. Una vez iniciado el proceso de transferencia tecnológica, desde el municipio avanzaron en la adquisición de maquinarias y el acondicionamiento de la planta de producción.
En 2021, Crespo suscribió un convenio de licencia y transferencia con el CONICET y un tiempo después, el equipo de Nuevos Materiales del CEVE viajó a Entre Ríos para trabajar en la puesta a punto de la planta y del proceso de producción de ladrillos en base a PET. Durante esa visita técnica, se recogieron muestras de diferentes partidas de ladrillos sobre las que se realizaron ensayos en el laboratorio del CEVE, en la ciudad de Córdoba.
“La verdad que esa fue una experiencia muy enriquecedora, no solo para los técnicos que estábamos trabajando en este proyecto, sino para toda la gente que trabaja en el parque ambiental”, comenta Raquel Gorostiaga, coordinadora de Educación ambiental de la Municipalidad de Crespo.
Gorostiaga asegura que la capacitación fue fundamental para poder continuar con el proyecto. “Quiero rescatar la parte humana de ellos como investigadores, y todo lo que nos transmitieron en esos días”.
A partir de la visita y del ajuste en la formulación y el proceso de producción de los ladrillos de PET a los requerimientos del Certificado de Aptitud Técnica (CAT), Crespo comenzó a producir en grandes cantidades, y alcanzó las 10 mil unidades por mes.
El proyecto es el resultado de una buena gestión de residuos a nivel local y su combinación con una tecnología que busca recuperarlos y reutilizarlos. Gorostiaga asegura que esto genera un impacto en el municipio y también en la comunidad: gracias a “la separación en origen logramos generar este producto constructivo”, asegura.
En Crespo existe una empresa que utiliza bobinas de PET en su proceso de fabricación de muebles para baño, y producen un gran desecho de este material. Para aprovechar los descartes de PET de la fábrica en la producción de ladrillos, el equipo municipal recurrió una vez más al apoyo de CEVE. El resultado fue una mezcla que combina ese PET con el de las botellas.
En abril de este año, Crespo participó del encuentro Capacidades y tecnologías de CONICET Córdoba para la vivienda, el hábitat y el desarrollo urbano y presentó su experiencia en la implementación de esta tecnología de CONICET.
El área de Nuevos Materiales ha brindado capacitaciones y ha acompañado a más de 60 organizaciones, municipios, cooperativas, fundaciones y empresas, entre las cuales también se puede mencionar al Municipio de Junín en Mendoza, donde se construyeron las primeras unidades de un plan de 50 viviendas, la Municipalidad de Palpalá, en Jujuy, y el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismos de Santiago del Estero.
Por Yamila Abad. Programa de Prácticas Preprofesionales. Facultad de Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba.
Fotografía: gentileza Municipalidad de Crespo