
Los sistemas constructivos no tradicionales son alternativas novedosas que apuntan a usar nuevos formatos y materiales en el campo de la construcción. La seguridad en el uso de esas innovaciones descansa en el Certificado de Aptitud Técnica (CAT) que otorga la Subsecretaría de Vivienda de la Nación, y que en el CEVE se tramita antes de transferir una innovación tecnológica.
Se trata de un documento que certifica que cualquier material, elemento o sistema constructivo no habitual cumple con los estándares mínimos de seguridad para poder llevar a cabo una obra de construcción. La Direccion de Tecnologia de la Subsecretaria de Vivienda de la Nación es la entidad encargada de otorgar estos certificados que requiere diferentes ensayos, responden a diversas normas y es un trámite a renovar.
“Cualquier construcción que no sea tradicional debe contar con Certificado de Aptitud Técnica ya que estamos hablando de la salud y la seguridad de personas que van a habitar los espacios”, comenta Federico Strzelecki, profesional en el área de Sistemas y componentes constructivos de CEVE.
Para CEVE es requisito que las tecnologías e innovaciones constructivas que se desarrollan en la entidad cuenten con esta certificación a la hora de ser transferida a distintos ámbitos como municipios, empresas, cooperativas, entre otros.
“Somos defensores de que nuestras tecnologías cuenten con CAT porque apunta a la seguridad de la gente”, señala, y menciona que para obtener la certificación, según se trate de sistemas, materiales o elementos constructivos, se consideran factores como la seguridad estructural, conductividad térmica y la resistencia para diversos climas.
Las pruebas para los ensayos que requiere el trámite se realizan en diversos laboratorios localizados en dependencias de universidades nacionales en varias provincias, y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), y en el propio Centro Experimental de la Vivienda Económica.
Entre las tecnologías desarrolladas por el CEVE que cuentan con Certificado de Aptitud Técnica se encuentran los sistemas constructivos Beno, FC2 y Semilla, y componentes como Placas BENO, Ladrillos y bloques de botellas plásticas y tejas de plástico y caucho.
“Cuando algunas de nuestras tecnologías no obtienen la certificación se abre el desafío de mejorar ese sistema o componente y buscar la manera para crear un desarrollo seguro para la gente. De eso se trata la ciencia: de ensayo, prueba y error”, concluye el profesional de CONICET.
Por Luciano Buchieri. – Programa de Prácticas Preprofesionales, Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Daniela López y Lucio Scardino – Comunicación CEVE