
Con el objetivo de diversificar la oferta de componentes constructivos y fomentar capacidades productivas para el hábitat popular, un grupo de profesionales y técnicos de la Asociación de Vivienda Económica y el Centro Experimental de la Vivienda Económica puso en marcha un proyecto de economía social para producir aberturas de aluminio.
La iniciativa, que cuenta con el apoyo de la convocatoria Ciudad Activa, impulsada por la Municipalidad de Córdoba, busca capacitar en la producción de aberturas de aluminio y consolidar un espacio de trabajo con vecinos y vecinas que viven en la zona del Centro Integrador Comunitario de Villa Siburu.
El proyecto también apuesta a que integrantes de AVE y de CEVE adquieran estas capacidades técnicas con el objetivo de enriquecer la oferta de componentes constructivos. Actualmente, en la planta piloto de AVE se trabaja con premoldeados de hormigón como pilares de luz, mesadas y ventanas.
“La experiencia de capacitación fue muy positiva porque aprendimos una tecnología nueva con grandes posibilidades de inserción laboral y producción de componentes comerciales, que corresponde a productos que tienen una alta demanda”, señala Julián González Laria, presidente de AVE y profesional de CEVE.
La capacitación también contó con la participación de vecinos y vecinas de los barrios El Sauce y Villa Siburu, entre las que se sumaron mujeres que integran Las Molonas, un grupo de constructoras de la economía circular.
En AVE y CEVE se trabaja con especial interés por generar oportunidades para que las mujeres ocupen lugares y realicen tareas en sectores que tradicionalmente están masculinizados, como ocurren en la construcción o en las industrias.
El ciclo incluyó cinco encuentros que estuvieron a cargo de Luis Canovas, profesor especializado en carpintería de aluminio, y el proyecto contó con el apoyo de la Cooperativa San Cayetano, de Villa Siburu, que a, través de un comodato, facilita las maquinarias para fabricar estas aberturas.
“Articulamos con la Cooperativa San Cayetano, que aportaron maquinarias de mayor envergadura para realizar el trabajo profesionalmente, una ingletadora automatizada, una fresadora y una punzonadora, que realiza los alojamientos de accesorios de distinto tipo”, dice González Laria.
El proyecto cuenta además con el apoyo de profesionales y técnicos de diversas áreas de investigación y desarrollo del CEVE que colaboraron en el diseño de las capacitaciones y participan en la organización de la producción de las aberturas.
Aberturas de aluminio
“Se trata de un material muy liviano de alta resistencia y durabilidad, que además, aporta excelentes condiciones para la estanqueidad al agua y aislación térmica, características que son valoradas en las construcciones actuales”, menciona Vanina Greppi, integrante de AVE y profesional en CEVE.
El aluminio puede adaptarse a diferentes terminaciones y eso amplía las posibilidades de diseño que permiten dar respuesta a distintas demandas constructivas. Además, las aberturas de este material generan un ahorro energético por su condición de aislación y hermeticidad.
Incluir las aberturas de aluminio al catálogo de elementos constructivos de AVE busca potenciar la vinculación con barrios y proyectos de hábitat popular y ampliar las posibilidades de mejorar en la calidad constructiva y el confort de viviendas y espacios comunitarios.
Entre quienes participaron de los talleres de capacitación se conformó un grupo que realiza una primera producción de ventanas modelo, con una limitada variedad de diseños y medidas.
El objetivo a mediano plazo es producir una serie de componentes con 10 modelos diferentes de aberturas que abarcan una línea con perfilería de mayor calidad y cierres con mejores prestaciones, y otra de calidad simple, con perfilería sencilla.
“Este año tenemos la posibilidad de consolidar equipo de trabajo para la línea de producción y avanzar en aspectos comerciales y de diseño de los mismos. Además, queremos incorporar otros componentes como mosquiteros, dado que sería una respuesta al problema de dengue que cada año tiene la ciudad”, comenta Greppi.
Gracias al impulso de Ciudad Activa, se realizaron mejoras en las instalaciones eléctricas de la planta piloto, como reemplazo de tableros, extensión de líneas trifásicas, reacondicionamiento de la iluminación para adecuarla al trabajo de precisión requerido.
El equipo de trabajo destaca que el proyecto es una oportunidad para fomentar el acercamiento con organizaciones y grupos de personas que no tienen experiencia en la construcción, ni en la producción de componentes. Se trata de una propuesta que apunta al quehacer colectivo y apuesta a mejorar la realidad de los y las vecinas de la ciudad.